En esta presentación y vídeo, puedes encontrar explicados los diferentes test de detección del coronavirus SARS CoV-2 que se están utilizando y tanto escuchamos estos días en televisión.
- Test mediante prueba PCR, el test de referencia
- Test de antígenos (test rápido)
- Test de anticuerpos (test serológico o de exposición)
Accede a la presentación o vídeo
Te recuerdo que hace un tiempo colgué material sobre información general de virología, el coronavirus SARS CoV-2 y la COVID-19, puedes acceder aquí.
Si quieres saber más sobre los test de diagnóstico de este coronavirus y prefieres que te lo cuente en vídeo, o si eres profesor y quieres usar este material para tus aulas, accede a ambos contenidos:
Accede a la presentación descargable aquí.
Accede a la explicación en vídeo:
1. Prueba mediante PCR
La prueba de la PCR consiste en una detección y multiplicación del genoma del virus.
Lo primero es tomar una muestra de un exudado del paciente, normalmente nasofaríngeo. Esta muestra se introduce en un tubo con todos los reactivos de la PCR.
En el caso de la detección del coronavirus SARS CoV-2, al ser un virus ARN, se realiza una versión de la PCR denominada RT-PCR o PCR con retrotranscriptasa.
Esta prueba, primero hace una copia del ARN del virus transformándola en ADN. A continuación, los reactivos de la reacción reconocen esa secuencia y la amplifican muchas veces.
Si quieres saber más sobre esta prueba, la comento en vídeo en esta entrada: Videoclases sobre Biotecnología.
Una vez tenemos el material genético viral replicado cientos de veces, revelamos la prueba mediante otra técnica llamada electroforesis.
La electroforesis permite detectar bandeados de secuencias de ADN que se han replicado mediante PCR. Te pongo un ejemplo sencillo con esta imagen:
En esta radiografía de una electroforesis puedes observar 6 columnas. La primera es una muestra que contiene ADN de fragmentos de tamaño conocido y nos sirve como referencia, unas especie de regla de tamaños.
Luego ves 3 columnas marcadas con números 1, 2 y 3. Estas son muestras de pacientes diferentes que ahora analizaremos.
Y luego observamos dos columnas de control, la primera sería un control positivo, donde destaca la banda que estamos buscando. Esta muestra tiene con certeza material genético del virus. La otra es un control negativo, donde no aparece claramente esta banda aunque pueden aparecer bandas de otros tamaños.
Sabiendo estos analizamos las muestras de pacientes:
-Los pacientes 1 y 3 no presentan una banda diferenciada para el virus, por lo que no está infectado.
-El paciente 2 claramente presenta la banda propia del material genético del virus, por lo que podemos confirmar que es un paciente infectado y luchando contra COVID-19.
La prueba de la PCR es la prueba de referencia y la recomendada por la OMS, ya que tiene una eficacia muy alta y segura de detección. Sin embargo, es una prueba más lenta.
2. Prueba de detección de antígenos (test rápido)
Es una prueba que detecta antígenos del virus, en concreto proteínas de su cápside. Consiste en un kit que contiene una tira reactiva con anticuerpos que reconocen específicamente a estos antígenos virales. Se basa por tanto en el principio de reconocimiento antígeno-anticuerpo.
Para realizar la prueba, se necesita una muestra del paciente de exudado nasofaríngeo. Esta muestra se mantiene en los reactivos del kit y luego se analiza en este dispositivo que ves en la imagen:
Este dispositivo presenta una ventana que muestra el resultado y una abertura donde se introduce la muestra. Se puede observar al lado de la ventana de resultado dos letras C = control y T = test.
La línea correspondiente al control se tiene que colorear para garantizar la veracidad del test (es un control positivo). La línea del test solo se colorea cuando la muestra es positiva, es decir, presenta antígenos del virus. Ese paciente estaría infectado, ahora mismo, por coronavirus.
3. Test de anticuerpos. Test serológico o de exposición.
Este test revela que hemos estado expuestos al virus en algún momento. Actualmente, se está llevando a cabo esta prueba para hacer una estadística del posible alcance de la inmunidad en la población. Se pretende detectar si tenemos anticuerpos frente a la enfermedad en sangre.
Un repaso rápido a lo que ocurre en nuestro cuerpo durante una infección:
Cuando nuestro organismo se expone por primera vez a un patógeno, se activa la respuesta inmune primaria. En esta respuesta, primero se lanzan un tipo de anticuerpos, los denominados IgM (Inmunoglobulinas M), unos anticuerpos de respuesta rápida pero temporal, que terminan desapareciendo. Cuando la infección va progresando, se generan IgG. Este tipo de anticuerpos presenta una protección más duradera y se genera memoria para volver a sintetizarlos en caso de sucesivas infecciones por ese patógeno.
La respuesta inmune secundaria, serían esas sucesivas infecciones frente al mismo patógeno al que ya nos hemos expuesto anteriormente. Es este caso, nuestro cuerpo vuelve a activar las IgM pero ascienden mucho los niveles de IgG desde el comienzo, perdurando en el tiempo. Esto controla mucho mejor la infección. De hecho, en la mayoría de ocasiones no notamos ningún síntoma y ni siquiera nos damos cuenta de que hemos vuelto a exponernos frente a ese patógeno.
«Las vacunas incluyen antígenos del virus, de forma que al vacunarnos, nuestro cuerpo activa la respuesta inmune primaria. Cuando nos contagiamos posteriormente con el virus, activamos entonces la respuesta inmune secundaria mucho más rápida y sin sufrir la enfermedad».
Este test de anticuerpos, identifica los niveles de IgM e IgG en sangre, por lo que todo comienza con una muestra sanguínea.
Te parecerá muy parecido al anterior ya que es un kit del mismo estilo, pero esta vez presenta una tira reactiva que reconocerá anticuerpos en lugar de antígenos. Es capaz de mostrar en su ventana del test una banda control positivo, una banda de test IgG y una banda de test IgM.
Este test no solo nos informa de la exposición frente al virus, si no que además nos puede dar una idea del estadio de la enfermedad.
Si obtenemos la banda coloreada del control positivo, podemos interpretar el test como negativo. Aunque cuidado, un test defectuoso también podría dar un falso negativo, por lo que si sospechamos que el paciente realmente no es negativo, podemos repetir el test o confirmarla con una prueba de PCR.
Si el paciente presenta las bandas de control positivo más IgM pero no IgG podemos afirmar que se encuentra en una primera exposición y aún no ha generado los anticuerpos IgG. Está en un estadía inicial de la infección.
Si el paciente presenta control positivo + IgM positivo + IgG positivo, podemos afirmar que el paciente está luchando activamente frente al virus y ya ha generado la respuesta IgG que le conferirá protección más duradera.
Si el paciente presenta control positivo + IgG positivo pero no IgM, podemos afirmar que está superando la infección en una fase más tardía o que presenta memoria frente a la infección y ya está curado.
Cualquier resultado que no coloree la banda de control, debe ser tomado como inválido.
Excelente explicación Susana, tanto hablar de PCR y test y muchos no se han molestado ni siquiera en saber de lo que se trata. Comparto tu entrada.
¡Muchas gracias, Miguel! Lo único bueno que está trayendo este coronavirus es que estamos aprendiendo mucho de ciencia y valorando más nuestra sanidad pública e investigación. Espero que compartiéndola, ayudes a acercar a la gente estos valores e información veraz. ¡Un abrazo grande!